En el 2014 expertos en arte y científicos llevaron a cabo unas pruebas con luz infrarroja en la pintura “El Cuarto Azul” realizada en 1901. La pintura formaba parte de la colección Phillips desde 1927. Los conservadores sospecharon por algún tiempo que habría imágenes adicionales detrás de la superficie. Las imágenes infrarrojas pudieron revelar claramente el retrato de un hombre usando una corbata de moño. La imagen escondida es completamente diferente de la escena de habitación interior, visible en la superficie. Desde que descubrieron esto, los científicos continuaron realizando pruebas adicionales. Picasso, como otros pares, pintaría sobre telas que ya habían sido pintadas para ahorrar dinero, dado que los materiales eran caros, especialmente para jóvenes artistas.

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